EXPLORANDO LA ECONOMÍA CIRCULAR: ¡Hoy cenamos insectos!


La Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura destaca a las producciones acuícolas como claves para reducir el hambre y la desigualdad en la alimentación a nivel mundial. Sin embargo, la expansión de la acuicultura va de la mano de la necesidad de que los insumos sean de alta calidad, bajo precio, de generar pocos residuos y de que se reduzca el uso de harinas de pescado; alimentos denominados “eco-sustentables”. En esa línea, la utilización de insectos (y en particular de la harina de insectos) producidos a partir de residuos de otras producciones agrícolas y pesqueras entre otras que puedan sustituir la alta calidad de la harina de pescado, es un desafío relevante en el área de producción de alimentos para la acuicultura. Pero la sustitución parcial de la harina de pescado de altísima calidad nutricional implica analizar cómo impacta la inclusión de los insectos o su harina en el crecimiento, reproducción y metabolismo general de la especie a cultivar. Con ese objetivo, iniciamos en 2021 en el marco de un convenio UBA, FCEN-PROCENS S.A. el desarrollo de dos ensayos para analizar la inclusión de larvas deshidratadas de la mosca soldado negra, Hermetia illucens, como fuente de alimento en la langosta de agua dulce Cherax quadricarinatus (“red claw”) y el camarón ornamental Neocaridina davidi (“red cherry”). Los resultados en ambas especies fueron prometedores y un “disparador” para futuros ensayos con inclusión de harina de insectos y otros productos derivados, para el desarrollo de la acuicultura sustentable de crustáceos en el marco de la economía circular.

Este trabajo fue desarrollado por integrantes del Grupo de Investigación DBBE-FCEN e IBBEA (CONICET-UBA): Biología de la Reproducción, Crecimiento y Nutrición de Crustáceos Decápodos (email de contacto: Dra. Laura López Greco, lalopez.greco@nullgmail.com)